Todo es silencio en tus caderas

Con qué alegre paz haces temblar al agua
y qué complacida la tarde se levanta
desbordada por la dulzura de los labios
con que tu voz a media luz me nombra.
Enciendes mi piel y la perfumas
y la vistes del aroma de las flores
transitando oculta en mi deseo
mientras creces tiernamente en mí
y desnudas mi sien a la deriva
como hojas esparcidas en el viento.

Entre tu cintura y tu vestido
entre tu piel y mis manos
deben caber las letras de tu nombre
y el susurro de mi voz y mis caricias
porque todo es silencio en tus caderas
todo espacio tejiendo cielos en la sombra

Todo se acomoda hacia su forma exacta
sedienta de ti te busca mi mirada
tu luz me atraviesa como un rayo
impregnando de azul todas las cosas
pintando de color las transparentes horas