Karome 4

Esta es otra carta
Perdida entre tantas,
Llena de tristes palabras
Borrosas y saladas.

De la carta se obtienen dos perspectivas,
Por una parte está el narrador entusiasta,
El personaje principal se encuentra a mi izquierda,
Esperando bien lograr una propia sonrisa.

Sin más que decir por esta tercera persona
Me retiro y los dejo acomodarse en su silla,
Los dejo en compañía de quién entona
El inicio de esta primera cuartilla:

Sean bienvenidos
A los versos restringidos
Comida de cuervos
O una plática entre amigos.

El sonido de sus zapatos
Iba acordé al pavimento
Provocando realidad en sus sueños
O un vano sentimiento.

El cubrebocas Oculta sus labios
Haciendo casi imposible la interacción
Eso agradece de los humanos
En estos momentos de depresión.

Yo sé que parece cansado
Buscando alguna fuerza en los libros
Quizá alguna historia de un ser desquisiado
Nos otorga algo de motivación.

Coloco el gel en mis manos
Después de todo es una feria del libro
Sé que antes éramos ellos
Tratando de programar algún algoritmo.

Ahora es tiempo de un nuevo ritmo
Uno que nos dé la persona que enmarcó
Nuestros días llenos de sismos
Y de noche calentando nuestros cuerpos.

Creo que es momento de interrumpir
Es de noche y no consigo dormir
Es que te extraño debo admitir
Y de eso no puedo huir.

Fuimos ambos quienes decidimos maldecir
Cada gracia y reverencia de vivir
Esperando lo cálido que será morir
Ahogado en una palabra imposible de decir.

No es que no me agrade vivir
Solo que es amargo hacerlo así
A solas entre crisis
Sonriendo siendo infeliz.

Y se que decidí huir
Dejar de existir
¿De quién era el maletín?
Decidido a partir.

Tuyo fue el crujir
Y mis huesos y corazón
Tuyo es mi existir
Aunque sea un perdedor.

Tuyo es lo mío
Siempre y en todo momento
No importa quien lo dijo
Lo que importa es el contexto
No importa si es año viejo
O algún hermitaño bisiesto
Solo importa este momento
En el que me encuentro
Miserablemente solo.