Déjame intuir que se esconde tras de ti a pesar de los márgenes estrechos
Déjame entrar aunque sea por el cerrojo al sótano que guarece lo que eres en realidad
Déjame ser
el observador
Que mire a las fotografías;
que sólo has visto tú
Déjame ser lava
que se conjuge con tu escarcha
y en el vapor
ascender a las alturas.
Deja que contigo
me funda en un abrazo
sin ser juez
ni consejero
¡Deja!