Después

Después de viajar por miles y miles
de Kilómetros,
sin saber a donde ir
o saber si quiera por qué estaba allí,
aveces, por pura suerte,
terminaba frente a su casa,
una tierra prometida
la cual el mas enamorado de los poetas
tan solo podía soñar.

Después de fumar cientos y cientos
de cigarrillos,
que apenas me servían para entender lo que era
de di cuenta que un solo beso suyo
me traía más calma
que la noche después de la tormenta,
o incluso con la que podía soñar.

Después de tenerla en mis brazos,
y luego dejarla ir me di cuenta
que la quería para mi,
y más que eso...
quería yo ser para ella.

Después de todo me di cuenta
que la quería ver reir,
que quería tomar su corazón y borrar
todo aquello que una vez la lastimó,
hacerla perder el miedo
y junto a su suave mano cruzar el universo,
la quería ver feliz,
pues después de noches infinitas yo supe,
que era para ella, como ella era para mi.