Oda a la Duda

Eres castigo, infierno,
piedra en el zapato,
infame visitante
que alquila la razón.
Espina en la palma de la mano,
dolor de cabeza,
llaga sangrienta,
devoradora de horas,
minutos,
segundos.
Incómoda presencia,
Quemante brasa,
Signo de interrogación.
temor invencible,
necia lluvia,
árbol de densas ramas,
de frutos amargos,
de opaca flor.
¡Oh Musa confusa!
leño de la hoguera,
de la llama de la imaginación;
bruja, hechicera,
ladrona,
nube sobre el sol,
tus dientes y garras,
tus pies y pisadas
han dejado herido
mis pies, mis pasos
y mi dirección.
Fantasma omnipresente,
enfermedad mortal,
veneno, somnífero,
secreto sin voz;
luz incandescente,
necio mosquito,
lombriz entre neuronas,
rabia sin ocaso,
moneda que gira,
sin detenerse,
eternamente.
¡Divina pasión!
tú que me enloqueces,
títere soy
de tus manos juguetonas,
del sempiterno error.
¡Dulce dama!
de beso cálido,
caricia mortífera,
sueño sin final,
oasis seco,
árido rumbo
por el que venturoso voy.