Leña escasa
poema de Pablo
Después de las horas
el tumulto en el oído y el ojo.
El tacto tembloroso, el paladar henchido
entre tanto olor a nostalgia.
La calle quedó en su sitio,
al borde de la puerta,
más allá de la ventana.
El paso siempre pendiendo de mi suela,
el abrazo como una chispa
que mermó justo en la punta de mis dedos.
No es la abdicación lo que frena el curso de la historia.
Tampoco es el miedo
sino el fuego que arde ávidamente
en la poca leña que soy.
Comentarios & Opiniones
Muy Bueno tu poema Pablo, muy bien desarrollado y vamos que no se queme completamente la leña. Saludos!
Muy agradecido con su lectura Felix! Saludos fraternos.