Dama de blanco

poema de Pablo

Sentado en la silla de madera,
ahora carcomida por la termita del tiempo,
aserrín entre mis dedos.
sopla el viento huracanado,
viaja la neblina con él
y poso mi mirada en estrellas,
al final de la calle veo luces diáfanas,
blancas como el la mismísima pureza de los lirios;
entre ellas una brilla con intensidad,
cual sol de eterna primavera.
Sigo sentado en aquella vieja silla,
en aquel corredor de los recuerdos,
donde la memoria me visita a diario
para envolver con sus dulces olores a mi presente.
Y veo las luces acercarse, lentamente, paso a paso,
noto que son ánimas, fuegos fatuos entristecidos:
algunos entonan lauros
y otros lloran con la luz del atardecer ceñida en sus retinas.
Una dama hermosa encabeza tal procesión,
la siguen muchas almas, un séquito lacrimoso:
unas vienen de rodillas, otras con la cabeza erguida.
se acercan hasta el corredor de mi corroída casa,
hasta la silla carcomida; veo a la hermosa dama, vestida de blanco,
mis manos trémulas le dicen adiós, mas ella se acerca,
me tiende su traslúcida mano, me traspasa el miedo,
y entonces ella, con amor, me abraza.

Comentarios & Opiniones

devi

Que bello poema con mucho sentimiento.

Feliz Año Nuevo.

Gui

He leido tu Dama de Blanco con mucho placer poetico; escribís muy bien, ahora voy a leer tus otras poesias.
Felicitaciones
Guillermo

Gui

Nota:
deje 6 estrellitas; salieron solamente 4
G.C.

Mae Nameky

LO LEI ME ENCANTO... a veces me pasa lo mismo que a Guillermo!