el mejor espejo

Ella se miró así misma a través del espejo de las olas
El brillo de su piel besó sus curvas
Esperó hasta rayar el sol.
Pero jamás pisó sus huellas.

Entre la arena y el tiempo se consumió la tarde
Pero también su corazón,
Y las velas hirieron su alma,
Hasta que envidió a las mismas sirenas.

Pero el poeta desea su inmortalidad sobre los océanos.
Escribe sobre ella.
De nuevo narra: besos de cultura exitada.
Revolucionan los tiempos en que la dictadura es injusta.

A cuantos se llevó la injusticia,
Cuantos dejaron de amar, cuantos se consolaron con el mar.
Sin embargo, siguió amando.
La brisa calentó su cuerpo y la inmortalizó.