El hombre que le escribía poemas al sol que nunca vió

Hoy será el primer día de mis Poémas, dijo el hombre cubierto del sucio y viejo abrigo.
Se subió a su pequeña isla donde una mesa desnuda y una silla floja eran todo su poseción y salió en su viaje infinito, su gato viejo y aburrido dormitaba a su lado.
'Soy el sol, siempre estoy' leyó en un viejo pergamino de ojos azules y ahí mismo se enamoró, sin perder un momento junto papeles en blanco como su pasado de amor, unos comenzados y mordidos lápices, una pluma y algo de tinta, su sombrero negro .
Comenzó a escribir sus palabras, sus infinitas oraciones eran la fuerza que empujaban su isla.
''Amor, Estas páginas están cubiertas de mamarrachos que quieren paracerse a palabras, garabateó, son borrones ensangrentados que mi mano tradujo lo que me dictó el corazón. Amor, me pregunto si es esta sed la que escribe en lugar mío en esta noche que se empecina vivir. Amor, después de tu frase todo se ha vuelto insufrible, cada paso me habla de ti, cada sonido, cada objeto, cada silencio''.
Las hojas se apilaban en un costado, papeles arrugados bailaban al sonido de la brisa espacial, de vez en cuando levantaba la mirada y buscaba en el vacío lleno de estrellas algun aturdo resplandor que le indicara que estaba cerca o por lo menos que ese Sol existía.
''Te busqué en las galaxias mas lejanas y no te pude ver. Quizas te escapes, quizas me mires desde una enorme estrella, quizas me ignores o solamente te hayas olvidado de mi'' eso decía la hoja de papel debajo de un tintero ya seco y vacío.
Hoy la Isla vaga aburrida y deshauciada, al gato que dormía sobre en abrigo lo adoptó uno de los de ''Rescate Aéreo'' que ni siquiera por curiosidad se detuvo a leér, tan solo, uno de los escritos. Y el Sol? Ustedes se preguntarán, pues puede que alumine otros planetas.