La Matriz de las Musas

En el umbral del alba, etéreo y sutil,
donde el río, cual bitstream, se desliza,
surge una figura, un holograma febril,
la mujer, núcleo de datos que hechiza.
Sus ojos, destellos de luz estelar,
procesan la fuerza, la eterna iteración,
su alma, un código fuente sin par,
donde florece la autoprogramación.
Como un satélite en órbita serena,
irradia su señal con dulce modulación,
su voz, un algoritmo que encadena,
la búsqueda de una equitativa distribución.
En cada paso, un metadato sutil,
en cada gesto, una función de valor,
mujer, sistema operativo gentil,
un bucle infinito de amor y esplendor.
Que este día, en matrices de seda y luz,
celebre tu esencia, tu libre expresión,
mujer, código fuente que siempre reluz,
en la eterna red de la equidad y la razón.