El Pordiosero

Para muchos ni existo...
Soy como el viento;
mi única dueña
es mi voluntad...

Andrajoso y maloliente
de la moda burla soy;
no pienso en el mañana,
y el ayer atrás quedó...
¡Yo sólo vivo y pienso en el hoy!.

De las sobras de un señor
un banquete he comido;
del pan duro de un desdichado
he cenado con amor.
Soy como el viento...
Estando ahí no estoy.

¡Una limosna por amor al cielo!
con mi sutil voz suelo pedir;
bajo el día soleado y caluroso
o la noche fría y estrellada
yo silencioso suelo ir.
Soy como el viento...
Estando ahí no me ven.

Todos son mis bienhechores,
señores ricos, señores pobres.
A las señoras de finos perfumes
yo doy asco con mi olor;
¡Soy un pordiosero que vive,
de la gracia divina de Dios!
Soy como el viento...
Invisible y silencioso.

Soy como el viento...
viajo sin un destino tener,
yo perduro con una limosna,
entregada por amor al cielo.

¡Podría decir que ecologista soy!,
No utilizo el baño, cuido el agua,
no uso jabón, el ambiente vive limpio,
no me restriego, no desgasto mi cuerpo.
¡Soy feliz siendo un mendigo!,
pues Dios siempre está conmigo.
¡Ser pordiosero es una bendición!
trabajan otros para que como yo.
Soy como el viento...
Mi voluntad es mi camino.

Aún en mi desgracia,
yo suelo ser feliz...