Mis ojos

En los ojos de aquel cuervo veo reflejada tu silueta,
tu ser, tu inmensidad;
en los ojos de aquel cuervo que son portales a tu lejanía,
veo tu alma reposando en el abismo de nuestra locura,
y es que no son los ojos de aquel cuervo,
rojos como la sangre que de mis cuencas brota,
sino mi ojos,
esos que el cuervo me ha arrancado
pues anhela verte en la manera que sólo yo he sabido verte...
y aún así siguen siendo mis ojos...
de cuervo.