Síntomas

Quien soy yo en este punto donde ya no nos encontramos.
Que soy yo mirándote a los ojos con la sombra del amor que se mece en tus adentros.
Tu amor dormido en la alcoba donde mi pecho se asfixia, y nos hemos declarado muchas guerras en nombre de este amor celoso y a veces mezquino, la derrota es nuestra paz que alborota los sonidos de un silencio que no existe cuando nos despedazamos entre abrazos y besos.

Como se acaban las historias que viven eternamente en los recuerdos.
Y nos mofamos de las estrellas, nos burlamos del sol que va decorando con sus luces tu espalda desnuda.
Y esos pasos fuertes y firmes con el que aun te sostienes hacen que me desvanezca, yo soy tu presa.

Derrochas la hombría, ignorando la ilusión del poder.
Una mueca, un rostro donde antes había sonrisa.
Unas manos que repartían caricias y tus labios donde alguna vez se colgaban los besos.

A donde se nos fue la pasión.
Pasión que es un niño meciéndose en la cuna.
Una gota de ilusión escurriéndose en mis espaldas
La pasión es la fiera de la selva.
Es la fuerza que tienen tus brazos cuando me sumerges en ellos.
Es el trampolín del camino hacia el éxito o acaso es habitar en la llanura de la luna.
Pero amor tu sabes que tu pasión es la ruina de mis días.
Tu pasión es mi agonía, tú haces que contigo yo me pierda y niegue mi existencia.
Ay amor mío que sabré yo del fuego, que sabré yo de la pasión esa con que alimentas tus besos.