Me duelen sus olvidos

Doblegan mi esperanza, y siento que la pesadez de lo que ya no puede comprender aplasta mi espalda con la misma fuerza de los golpes que da la vida.
Tan frágil es su memoria, y tan inmenso mi miedo de perderla para siempre...
La mujer que fue mi madre hoy es un eco que se refugia en mis dulces recuerdos.
Y aunque todavía me nombre, es difícil aceptar esta incertidumbre:
una existencia con presencia a medias.
¿A dónde se fue su mente?
¿Cuál de todos los golpes doblegó con más ímpetu sus deseos?
Ella está tan lejana,
aunque su proximidad me inunde,
me desborde con sus incertidumbres
y esa tristeza en sus ojos de girasoles
que me hace dudar de mis propias fuerzas.
Mientras tanto, ella, calmadamente,
posa un beso sobre mi rostro,
inundada por una tristeza que ya nadie nota.





Comentarios & Opiniones
"La mujer que fue mi madre"...
No y no. Ella sigue siendo madre, no la debes entregar al pasado...
Ahí la gran prueba, es exámen definitivo; así es esta vida.
Hay que resistir y seguir luchando.
A mi también me han tocado duros retos.
Abrazos
Noelia Candado,Es admirable la fortaleza que demuestras al seguir viendo la belleza y el amor en esos ojos de girasoles... Es un camino difícil, pero tu amor es inmenso y se siente en cada verso. Abrazos gracias por compartir tu obra