Un golpe de realidad
Tal vez no sea nadie,
un eco sin nombre, sin raíz,
una sombra que flota en el viento,
ajena a su propio matiz.
Tal vez los días son tristes,
helados, sin rostro, sin fin,
como calles que olvidan sus pasos,
como un alma que no ve su jardín.
Fríos porque nadie existe,
o porque yo no existo ya,
tal el mundo es un sueño ajeno,
y el mío nunca despertará.
Un golpe de realidad me ha estremecido,
como trueno cayendo en el pecho,
me sacude, me parte, me nombra,
pero aún así, sigo deshecha.
¿Quién soy?
Me lo grito en silencio,
me lo callo en gritos también,
sé quién soy... O eso creo,
aunque me mienta cada cien.
Mi subconsciente habla idioteces,
susurra en lenguas que no comprendo,
ideas que nacen sin forma, ni fondo,
como un mar que se ahoga bebiendo.
Y en este naufragio sin orillas,
me busco, me pierdo, me caigo otra vez,
tal vez no sea nadie y eso es lo triste,
pero aún sangro versos que tú puedes leer.