Discúlpame

En la inmensidad de mi ser aflora,
un frío oscuro que me devora,
mi alma se enreda en sus tinieblas,
y mi ser entero, posee el control.

Discúlpame, si ya no persisto,
si mi luz ha perdido su encanto,
en la penumbra eterna me he sumergido,
y mi esencia ahora es más pudiente.

Despierta en mí un poder ardiente,
ardor que se enciende en mi ser,
llenándome de fuerza y poder,
y mi voz, con valentía se eleva.

El peso de la sombra se ha tornado,
ya no temo a los desafíos,
mi espiritu libre se aviva,
y mis sueños alcanzan nuevos bríos,

En mis palabras hay convicción,
en mis acciones, una determinación,
la confianza se ha apoderado de mí,
y mi esencia se vuelve resplandeciente.

Discúlpame, si ya no persisto,
si mi voz apenas susurra al viento,
mi alma fría y oscura ha dominado,
y en su poder mi esencia brilla con destreza y verte.

No importa lo que el pasado haya sido,
ni las adversidades que haya vivido,
me elevo por encima de los miedos,
y no hay límites para mis anhelos.

Disculpa mi alma fría y oscura,
pues mi ser está envuelto en esta fría oscuridad,
y aún en la penumbra más profunda,
latente queda una chispa de amor.