Niñez

Cómo añoro esa época
de dorada inocencia,
esa eterna primavera,
esa sonrisa sincera.

Cómo extraño al gordito
ese rechoncho que era,
lleno de sueños y anhelos
de un corazón tan bueno.

Ese tiempo de esperanza
que transcurrió sin desgracia,
como río de agua clara
que se pierde en lontananza.

¿No fue el señor quien dijo:
"El reino es de los niños,
el que no se haga niño
no entrará en el paraíso?"

¡Cuánta razón en este dicho!
¡Cuánta verdad encierra!
Pues, ¿hay acaso en el mundo
algo mas puro que un niño?

Pues yo creo que no,
ellos esconden la verdad,
son como agua pura
de cristalino manantial.

Si el mundo sería niño,
guerras no hubiera habido,
todo sería mas sencillo,
pues no habría vicio.

El corazón de un niño
no tiene parangón;
el corazón de un niño
no tiene descripción;
y no miento si digo que daría
todo lo que yo poseo
por volver a ser un niño
aunque sólo fuese un instante.