Siempre cuesta
Cuesta hacerse a la idea de que no es para siempre
de que hay una vida que seguir.
Cuesta hacerse a la idea de que no eres mía o mío
de que tal vez pudo haber sido diferente,
cuesta pensar que no eres la persona que creía conocer
y de que esto es el amor
y cuesta todavía más
descubrir que debemos aprender a estar solos,
que debo aprender a querer sin esperar
que la única garantía es que no hay garantía.
Cuesta ser valiente
tener que serlo de alguna manera
hacerse a la idea de la ausencia
y cómo cuesta si es preciso o inevitable
el olvido,
tanto como cuestan el odio y las imposibilidades
entre ellas el presente, el futuro,
cuesta hacerse a la idea
de que solo juegan los amantes.
Cuesta el tiempo y la distancia
sean naturales o impuestos
y la distancia que desemboca luego en tiempo
y el tiempo que es ante todo distancia.
Cuesta dejar y que te dejen ir
cuesta la anhelada libertad
y creer que la promesa de la muerte
es la amenaza menos dolorosa que nos separa,
aceptar la cláusula de la no exclusividad
y entender que solo estamos de prestado,
adquirir la capacidad de querer menos
de amar con inteligencia,
y no hace falta explicar
cómo cuesta la soledad.
No se blinda uno jamás
por más balas que haya recibido,
ni se pierde la costumbre de soñar
por mas años que vaya ganando,
hacerse a la idea de la verdad siempre cuesta.
Comentarios & Opiniones
Nenúfar, me ha gustado mucho tu escrito...me ha llegado mucho...como cuesta querer menos, que la única garantía es la no garantía. Saludos