Justo ahí

Ahí justo ahí, cuando todas las luces se apaguen y los ojos se vuelvan oídos,
no trates de huir, quédate, quédate contigo...
Ahí justo ahí, cuando se rompan los cimientos y las fortalezas de acero, se transformen en vidrio, no huyas, quédate, quédate contigo...
Ahí justo ahí, cuando los ángeles mueran asesinados por tus delirios, quédate, quédate contigo...
Y cuando salgan los demonios a devorar tu alma crujiente de miedos y espejismos, no te vayas, quédate con ellos, porque cuando todo se apague, se extinga y se destruya, ahí justo ahí, yo estaré contigo...