Sed Y hambre.

poema de Fahrenheit

No saben de la belleza que habito tu cuerpo
ni de la tierra que tus surcos cruzo,
el agua de tus pozos
y de los corazones floreciendo.
Aunque aquí las cenizas aun ardían
y crece dentro del alma como un odio inmenso
en el cielo triste y gris
no saben de la belleza que te aguarda
forjando tus mejillas
dejándote suspirar.
aun camino por las viejas avenidas
buscándote entre la multitud
y me pareces mutilada
con la mirada puesta en el olvido
yo solo se que no eres parte de ellos.
no eres como los que olvidan
no eres como ese cielo gris
y si tu alma aun insiste en tocarme
como es que tus ojos se envuelven
tras del miedo clandestino
ni los vagabundos
dejaron algún día de soñar.
ambos entramos en la noche negra
tras ver los minutos marchar
dejando a su paso un revuelo
que se des hace tras de los caminos
las estrellas nos observan aun mudas
y las paradas
se desnudan con las sombras deslizándose
como manta rural y espesa.
-Como pudiste contenerme
clavando esa cruz en tus brazos
y el mas pequeño revuelo distante
nos arrastra a la sombra.
sabes que un beso podría ser nuestro milagro
entre las ruinas seria como el fuego
mi deseo a ti como relámpagos
los cementerios las tumbas
todo sucumbirían ante nuestros cuerpos prensados
y así....veríamos pasar los terrores de la noche
soñando.
siendo eternos
como el agua como el hielo
como la sensatez
como mi imaginación
que te trajo de nuevo cerca de mi
aunque tu sueñes
en los brazos de otro...