Las Manos

Tantas cosas que quiero olvidar;
pero las manos sucumben al combatir.

En verdad, si bien alguna o mucha gente
llega a creer en un destino;
mi convicción por detener las acusaciones
de mi propia incapacidad,
solo me llevan a desatar mi propio infierno.

Siempre jugué a ser un pequeño dios,
contemplando las humildes faenas de la hormiga y la libertad.
Nuestras estrellas, nuestras historias
realmente no soy ni dios de mi propia poesía.

Heredamos la vida,
así en la poesía nunca habrá algo en vano.
La luz,
la lujuria,
los amores aferrados
todo se vuelve en un circulo vicioso
del que cada uno de nosotros somos adictos
y volvemos aquí.
Al único lugar donde estamos seguros,
al único lugar donde podemos ser.
a nuestras encandiladas poesías.

Y aunque muchos jamas entenderán nuestro canto,
solo con el amor exaltado.
escogimos el camino mas difícil
convirtiéndonos en los pequeños soñadores.

De tanto amor mi barca navegaba tan solo en espuma
siento que ahora apenas
con lo mejor de vida
llegue a ser uno con mi pueblo.

y en esta noche que se extiende
bajo los tintillares de las gotas que se precipitan;
yo eh visto ante mi la libertad en las palabras.
decido por mi por amor a mi Dios
llevar estas letras que pueden ser maldición.
pues es de saber que de un poeta jamas podéis confiar.
pues tienen la maldita costumbre de convertir lo horrible
en lo hermoso.