Encapsulada

Y ahí estaba, sentada bajo la luz de la luna deleitándose con poesías que mimaban su corazón; su tierna mirada y cálida sonrisa penetraban en mi, calentando cada rincón de mi ser haciéndome desearla cada día más.

Ella es como el más fino perfume que haya podido existir, un aroma tan dulce, envolvente y exquisito atrapado por el frágil cristal de sus inseguridades y defectos que la hacen lucir única en este universo.

Fanática de los besos ardiente de los que queman la piel, de esos que te hacen sentir amada e invencible aún estando encerrada detrás de los barrotes hechos de mil pero y excusas teniendo la llave del "sí puedo" entre sus manos.

Sin embargo ahí estaba, encapsulada en una esquina, anhelando callar el soporífero discurso de la vida diaria, ardiendo en el deseo de hacer lo correcto para ella y no para los demás, ansiando explotar algún día las lámparas que contienen su luz y gritar finalmente su libertad.