LO QUE SIENTE MI CORAZÓN

Todavía recuerdo nuestra primera vez, nuestro primer beso, nuestra primera caricia, nos besábamos tanto como si nunca nos fuéramos a dejar, te imaginaba en mi vida hasta que llegase su final, eras tan bello y atento, tan divino y tan dedicado, todavía recuerdo las veces que decías que me amabas, que era lo más bonito que jamás te sucedió, era tan perfecto todo lo que nos pasó, que a pesar de pensar que tanta felicidad no podía ser real, nada me hacía desistir de amarte, de tenerte conmigo, ¿sino dime tú quién deja ir a una persona que solo de felicidad llena su vida? No hubo un solo día que fuera infeliz a lado tuyo, ni una sola lágrima derramada mientras duró nuestra historia, pero millones de lágrimas cuando llego el día de su final, me fue tan fácil enamorarme de ti, porque eras todo lo que siempre soñé en el hombre de mi vida, tus defectos estaban tan ocultos ante mis ojos que no podía creer que tuvieras uno, tu manera de hablarme, de besarme, de acariciar mi rostro y mi pelo, hacían que te amara cada día un poco más, tus cuidados y tu insistencia por querer que siempre estuviera bien me hacían desear que nunca te fueras de mi, pues sin pensar como ni cuando, te habías metido tan profundamente de mi ser, de mi corazón y mi alma, que aún hasta el día de hoy te pienso, te siento y te sueño, y pese a que nuestra historia no haya tenido un final feliz, hiciste de un pedacito de mi existencia la más bonita y extraordinaria que hasta el día de hoy jamás me sucedió. ¿Por qué se terminó? No tengo todavía una respuesta clara, quizás fue el tiempo, tal vez la distancia, quizás fue la gente o tal vez fuimos los dos, quizás fueron nuestros caminos o tal vez simplemente fue el destino, ése mismo que no tenía en su memoria nuestros rostros en un recuadro de amor que durara toda la vida.