Presunta culpable

Sujétame la cintura para no caerme:
es como aprender a andar sin pies,
es como volar pero caer en picado,
se siente pesado,
como estaño,
en mis pulmones penetrando hasta mis entrañas:
arañas tejiendo marañas.

Es abrupto este arenoso camino, se siente como escalar el Everest:
tal vez esta cima sea más alta,
porque está llena de interés.

Sujétame la mano, no me sueltes,
por si cayera por un precipicio,
que tantos tropiezos hay que no tiene complicación,
caer sin retorno a la devolución.

¿Por qué me sueltas?
A caso,
¿te causo exhaustación?
Pídeme perdón por si pudiera romper lazo de afecto entre los dos,
y que finja leve sonrisa lisonjera,
pídemelo tú,
porque será tu pena.

Hube tenido bastante bastar tu vasta vida,
si no quieres sujetarme,
me tendrías que haber alejado de tu vista.