El Clamor de la Sierva

Déjame acercarme a ti,
En una fibra de mi anhelo,
Tejiendo una espera en mí
Del perdón que se hace fuego.
Es el brillo de mis ojos,
Que te muestra mi dolor,
Al tenerte tan cerca y tan lejos,
Por mi orgullo y mi desamor…

Pero entre una muchedumbre
Pude encontrar tu gran luz,
Le hablabas a la gente como de costumbre,
Con una palabra que es Vida y una Vida que es Cruz…
¿Quién eres bello Hombre,
Hombre y Señor de cielo azul?
La gente te llama y Tú respondes:
Soy aquel carpintero de nombre Jesús…

Déjame acercarme a Ti
Hombre bello y Gran Señor,
Déjame enjugarte con lágrimas de gris,
Tu esplendoroso y tierno corazón.
Déjame entregarte mi lluvia,
Déjame rozarte mi dolor,
Siente el clamor de mi sequía,
Cuando la espina hiere a la flor…

Déjame besarte tus cansados pies,
Que serán traspasados en una cruz,
Déjame perfumarte tu sagrada piel,
Desfigurada en ultrajes e ignominia cuan viñedo en la hoz…
Y mis cabellos son perplejos en mi pequeñez
Cuando entrelazan tu resplandeciente luz,
Dime quién eres Hijo de hombre,
Nacido de Mujer, para otros: el carpintero Jesús.

Y aquel Buen Hombre,
Mirándome a los ojos me sonrió:
¡Es tu fe la que te ha salvado,
Siento tu dolor en la llaga de mi corazón!...
Su mano tejió la historia de esta pequeña flor,
Ya no es oscura, ya está en el jardín de su amor.
Ese Hombre carpintero de gloria en la Cruz,
Es el Mesías esperado… Su nombre es Jesús.

Y desde aquel día tuve un nombre,
Ya no era “abandonada” descendencia de Eva,
El nuevo Adán, Hijo de Hombre,
Me convirtió en discípula, su humilde sierva.

Comentarios & Opiniones

Osler Detourniel

Hermosos versos que magnifican y glorifican a nuestro señor, saludos cordiales

Critica: 
lumicradle

HERMOSA OBRA CON UN GRAN MENSAJE
SALUDOS FRATERNOS...

Critica: 
ORTIZELBA

Bello, espectacular poema, como todos los que he leído de ti. Un gusto enorme es leerte. Me encanta como escribes.

Critica: 
Fray Milton de Jesús

cuanto me alegra que puedan disfrutar con la suavidad de sus corazones, las inspiraciones de un pequeño fraile... Bendiciones!

Critica: