Un "no" como respuesta.

¿Cómo que creo? ¿Acaso queda todo ahí, no existe un "pero"?
Espero una repuesta, en dónde no te alejes y me dejes la puerta abierta, para que pueda ingresar, así poderte abrazar. Yo te tome cariño, y discúlpame si fue así, pero esto es genuino, no me quiero alejar, seguro suene egoísta lo puedo aceptar ¿En dónde queda lo que siento? ¿Acaso para ti lo mío no fue sincero? Me estoy destruyendo, me pediste que te escriba ¿Y que hago con eso? ¿Hará que no te vayas? Decime que es una despedida falsa, que en realidad vendrás, que en mi vereda varias veces te voy a encontrar, para tomarnos unos mates, bajo un atardecer de esos muy grandes, riéndonos un poco, desapareciendo de todo lo otro.
No importa el tiempo que te vengo viendo, en mi corazón quedaste impreso, decime ¿Cómo hago para borrar, tu nombre de ahí y ya? Esto no es así, tu de aquí no te puedes ir, perdóname por no poder soltarte, me caíste bien, no puedo negarte, permíteme estar en tus instantes, déjame ser esa compañía, la que haga que tus días sean pura alegría.
Al final la terca soy yo, por no quererme despedirme de vos, agradezco el haberte conocido pero no me prepare para caerme rendido frente a esta situación, no te vayas te lo pido por Dios...
Mira que el dolor a mi me hace mal, me tira al piso, me puede matar, yo perdono pero no puedo olvidar, quédate, no te pido nada más.

Esto no es nada, no me gusta sentirme de esta manera inspirada, con vos había planeado tantas salidas y quedaron en vano, abandonas como historias fantasmas,
volviste de la playa y al parecer el mar te pidió que conmigo hablarás, hubiera preferido que allí te quedarás, para evitarme tus últimas palabras, en dónde me volvías a recordar que una amistad no podía pasar, por favor no optes mal, valórame y quédate acá. Prometo estar, no sé que más te puedo brindar... Perdóname aún así por el dolor que dejaste en mi, yo no te voy a olvidar, no me compares con los demás, yo soy yo y ya con eso está.