El perfil de tu encanto
No quiero enamorarte, pero…
si tu mente fuera un expediente, serías el caso más fascinante del DSM.
Tienes la complejidad de un perfil criminal sin resolver,
la profundidad de una entrevista forense bien llevada,
y la belleza caótica de una mente con mil capas por descifrar.
Eres tan enigmática como el síndrome de Hybristofilia,
y tan irresistible como un test de Rorschach en manos de un buen perito.
Tu mirada tiene la capacidad de detectar mentiras mejor que un polígrafo,
y tu voz podría calmar hasta al más impulsivo antisocial del pabellón psiquiátrico.
Eres tan única como una firma criminal,
tan brillante como una hipótesis que cierra todos los hilos sueltos del caso.
Podría pasar horas analizándote,
no como un sospechoso, sino como el enigma más hermoso que ha conocido la criminología.
Porque si la mente humana es un laberinto,
la tuya es el lugar donde hasta el Minotauro se perdería…
feliz.






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