Hecatombe

¡Qué gran tristeza en mi
alma!
¡Qué mal día ha llegado!
Esta hecatombe
me ha paralizado.
Miles de supuestos hombres,
su maldad han demostrado,
con sus corazones malvados,
vilipendiado,
los derechos humanos.
Para ellos,
no somos iguales,
su ideal racista,
hace distinciones
entre seres de este planeta.
¡Qué mal día ha llegado!
Y, algo de mi alma,
me han arrancado.
Estos supuestos seres,
con malos antojos,
han destrozado
mi alma y la de tantos...
Y es que, ya se sabe,
ellos... no tienen alma.
Y, después,
van a la iglesia...y rezan.
Llevan su maldad
a los ojos del Señor.
Y, allí, piden perdón.
Y, Dios, está llorando,
como tantas veces llora.
Y, ellos, no lo escuchan
están sordos, ciegos...
sin conciencia.
Y, Dios, les pide
con fuerza,
que no sean malvados,
que respeten
los derechos humanos,
que tengan conciencia,
que no sean inhumanos
depravados
y que amen a su prójimo...
Él ya lo ha enseñado.
Comentarios & Opiniones
Creo que hay muchas más personas buenas que malas. Por desgracia la maldad se hace notar más. Un bondadoso abrazo.
Fallen y gracias a eso podemos sonreír. Un abrazo y gracias pot tu comentario.
Me gusto mucho el tema de este poema, muy real e intenso.
Un gusto leerte estimada Merluna!
Black Heart encantada con tus palabras. Gracias por pasar y un abrazo.