Amor Eterno.

Elevándome en el regazo del sol,
Tu mi dulce ángel de piel, ángel de mi,
Desconectas ya mis sueños,
Envuelves mi alma en tus suspiros de alcohol.

Despertando en el infinito,
Reconozco tu fino amor,
Tu corazón abierto al perdón y al dolor,
Resucita bajo estas letras.

Susurro en tu alma violeta,
Despertando los girasoles del cielo
No hay sombra, hay miel en tus labios
Besos del mejor vicio, el vicio dátil y amargo.

La vieja luna que baja el poeta,
Ya no mora en tu lecho,
Solo tus alas viajan a mis recuerdos,
Despertando al calor de tu fuego,
En tus ojos dormidos, en tus ojos de caña.

Donde estás amor eterno,
Con tu suave abrazo en el alma,
Escuchas mi corazón que grita en el mar del silencio,
Arrullamos nuestra esencia en el infinito de estrellas,
Eres mi cita, mis velas, mi frágil amor, mi sangre en las venas.
La vida nos abraza hasta el final.

Mario Eduardo Sánchez Pérez.
Noviembre 13 de 2016.