LAS FASES DE TU AMOR

Las fases de tu amor

La luna me ha hablado, ella me pregunta ¿porque hoy no la he observado?
Melosa se proyecta sobre mi ventana y con su luz acaricia mi rostro mientras lagrimas de arena escapan de sus tiernos ojos.

¡Debido a su tristeza se torna en una luna nueva!

La desesperación le gana ya que no puede dejar solo al extenso firmamento. Este que la tiene dando vueltas por 27 días con 8 horas mientras su rostro es degustado por la nada de la extensa galaxia.

Ella surge y se hace presente en mi cielo, ella desea que le lance mil besos, pero mi apatía hace que su cuerpo se torne en fases en donde ella refleja su desconsuelo.

En su primer octante ella incita a mi mirada a admirar y desear su desnudo cuerpo, ¡ese que en algunas ocasiones es abrigado por la externas nubes!

Con su resplandor pretende seguir enamorándome, pero mis ojos se cierran dejando en plena tristeza a sus cráteres.

Ella se mueve alrededor de la tierra, me busca, anhela que mis poemas le sigan susurrando y la sigan señalando como la musa de mi inspiración.

Discreta se detiene mientras el cuarto creciente la envuelve exponiendo su brillo, ese brillo que es devorado por el gigante sol. Únicamente le permite que se aprecie la mitad de su rostro, ¡mientras su extensa cabellera de finas arenas se extingue sobre mi cabeza!

Después de doce días de mostrarte como luna nueva, dejas ver en plenitud a tu cuerpo completo, pero yo no te observo; sigo dormido soñando despierto con ese amor que hace sentir solitario a mi sentimiento.

No es que no te quiera, no es que no te dese, es solo que...que nunca podre tocarte ni besarte ya que tu eres eterna y vives sobre los cielos y yo...yo sigo viviendo mientras los días de mi vida se extinguen acercándome más y más a mi final.

Reinaras por siempre los cielos de esta tierra y tu resplandor iluminara constantemente la tumba que resguarda mis restos.

Me observas y me encuentras en la actualidad sobre el suelo de este mundo que caprichoso nos separa.

Tus frustraciones te llevan a querer dejar de orbitar.
¡Retadora te sitúas entre la tierra y el sol anhelando que tu brillo toque mi corazón!

No es que ya no quiera ser mas tu poeta, no es que quiera dejar de suspirar cada que apareces detrás de mi ventana; ¡esto se trata de que mis brazos jamás podrán llegar a sentir las formas de tu rocoso rostro!

Son tantas imposiciones a nuestro amor que ni en sueños podemos estar juntos, ya que al despertar descubro que no te encuentras sobre los cielos. ¡Se que tu dormitas en los días y dentro de tus sueños nunca me encuentro ya que yo aun estoy despierto!

Sabes que tengo razón y comprendes muy a tu pesar que por más que me observes desde el firmamento, tus labios no podrán jamás degustar el sabor de mis besos.

Te refugias en tu quinto octante, en el te sumerges hasta que la oscuridad te oculte por completo, mientras tus lagrimas liberan infinidad de diminutas estrellas sobre este basto firmamento.

Después de 7 días continuos en depresión, disminuyes tu brillo, pero aun así nunca dejas de velar mi sueño.

Por 29 días y 12 horas permites que todos los seres observen únicamente el lado izquierdo de tu rostro, ese que furioso muestras muy a tu pesar.

Tu voz se subleva y grita y gritas, todos los cuerpos celestes escuchan tus sollozos al pronunciar, ¡no es justo que ambos estemos sufriendo debido a la distancia y el tiempo!

Por mi negativa a querer seguir lastimándome pensando y pensando que jamás estaremos juntos, decides ocultarte dando rienda suelta a tu desesperación. Sabes que solo podemos observarnos pero nunca jamás tendremos la oportunidad de que en tu firmamento o en mi bajo cielo nuestros cuerpos se entrelacen.

¡Te ocultas para que nadie vea tu sufrir y en penumbras decides liberarme!

Es en ese séptimo octante cuando apareces sobre los cielos ignorándome por completo, aunque sabes muy bien Luna que siempre seremos el destino de nuestro amor no cumplido, ese amor que se resguarda en nuestros corazones hasta que yo muera y en esas mil encarnaciones pueda ser la estrella que disipe tu eterna soledad o hasta que tú puedas regresar siendo un ser mortal que por fin me pueda palpar.

Hasta que tu cuerpo se convierta en polvo sobre ese extenso firmamento o hasta que yo muera y sea enterrado sobre este bajo cielo, ¿seguiremos errando nuestros caminos?

En la actualidad me encuentro sufriendo en cada rincón de mi vivir mientras confirmo que tú te sumerges en las fases de un amor jamás logrado, ¡ese que solo te lacera en tus constantes estados lunares!

Autor: Mario César Palma G.
Derechos Reservados

Comentarios & Opiniones

JAIME REYES(JAIME REGAL)

hermosas y tristes son tus letras mi poeta, que gusto es leerte, recibe mi saludo Colombiano.

Critica: 
Hechicero de Dragones

Es un gusto que me leas, gracias por tus comentarios Jaime Regal. Bendiciones

Critica: 

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