Presa del vacío

Tumbada, lejana y solitaria, sintiendo la tristeza consumir mi breve espacio.
Traspaso fronteras soñando, es mi escapatoria a la rutina que me está envenenando.
Desde esta cercanía tan lejana, advierto que tu estas ausente de mi en otro cuarto.
No aprecias mis lágrimas, mi soledad inquieta, que sin ilusiones me está dejando.
Tumbada y mi corazón ardiendo, lo acarició con mi mano y una lágrima viaja hasta su cima, por mi tristeza trepando.
Vacía, perturbada e insolente me aproximó a otro ser, pero dado el peso de mi frente, no osaria reclamarlo, aunque ando perturbando.
Perdoname, perdona mi insolente cometido, es la esfera del ser vivo, que desde adentro me está gritando.