Sin verbo

En la levedad de la canción rota,
caigo fuera del cuadrante,
saldo la deuda,
me asimilo en la tierra
de la que surgía mi huella,
refuto el caos,
recoge mis caminos
mermados en la locura
transada por las luces
que ruedan en el ocaso,
zanjado por la espada del tiempo
el cuerpo antes bastión de lo imposible,
muralla infranqueable,
ahora es grácil hoja seca
la muerte domina su elemento,
su nombre brota en la piel,
mas allá del dolor rompe sus alas,
lo poco que queda ileso,
depura hasta que cristaliza,
contra las cuerdas,
en un sueño indomable,
con sueños hipotecados
en hipótesis decantadas para siempre,
arderé al final con un color único
de perfección contenida
en placebo alivianador
ficha de dominó que cierra el juego
o la tapa del infinito,
o la guillotina de la esperanza
metamorfosis de apetito voraz
mimetizada entre los sueños
la nada que estalla
elevada en el aire
en el valle de lágrimas
críptico menester de involución
favorabilidad de apocalipsis
resurgir de las tinieblas
cruel experimento
en línea con el caos
avellanado cosmos
abullonado final
que vegeta anómalo
rumiando la espera
recorre su esfera
hasta encontrarme
desvivida en el preámbulo
del ensayo del rayo
del llamado de la tribu
de los sin tiempo
cundido hasta el tuétano
mensaje fuerte de apoptosis
franquicia suculenta de la muerte
apatía de lo finito
el verdadero rostro
del álbum roto en la agonía
del tedio emancipado
anónimo irreverente
coctel de enmiendas
en el festín atómico
cuentagotas estólido
distractor de examen final
amague del trance
sopla la debilitada receta
hecha polvo ya
Ministerio insolvente
contudencia de la tendencia
egoísmo transgeneracional

biodescodificación insuflada
en el jardín de la locura
la neurona descolgada de lo absurdo
harapienta, obnubilada, acorralada
renueva su póliza de estupidez
se evade del sentido común
y se plasma carente
al pacto perecedero,
capitulando la nada
se embolata entre los poros
muerte anatómicamente pura
arruga en el tiempo
enmienda a la catársis
que golpea contra las venas
catálisis del difraz
desenfreno estóico
que se roba el momento final
ya desvalijado, inoperante lujo
paraíso trucado
desperdicio inconmensurable
pasaje reciclado
postre de ausencia
parche pacífico
laberinto a ninguna parte
acuerdo turbio
desfile paulatino al ruido blanco
al azar que aniquila
depredación máxima del botín
tortura que corroe en adusta venganza
se gradúa el enemigo del semblante
se contamina la visión estrecha
servil a la decadencia
arrojada al vacío
en el paisaje de los errores
en el pabellón de almas caídas en combate
en el contexto de la rabia
en la negación, en sórdidos eternizados
en insostenible conjunción
zafando la adherencia
demacrada encrucijada
entre destellos redomados de pureza
consumidos en la indiferencia
en debacle que se esfuma
o volcanes que derraman flores
en monzones de lágrimas
ante la maratón trás el derrumbe
que nutre el rayo
que nos vuelve roca
que es igual canción
que vaga libre
sobre los escombros
estelarizados pero estériles
se decreta el silencio
se chocan los mundos
el mío y en el que vivo
y soy pasto de las circustancias
en el margen de acción infitesimal
de simulacros hechos añicos
junto con sus realidades
en la estampilla de la pesadilla
garante de la utopía
fuego fraticida del misterio inculcado
en nudos descarnados
que fulguran sangre,incesantes
que igual la tierra no repele
que se traga en olas inmoladas en playas
en soles intrínsecos con mi nombre
en ríos que eclosionan
tan solo para arañar en desespero
creyendose estrella rutilante
mas sin embargo la agresividad
aleccionadora del último suspiro
saca al animal que hay en mi de su entorno
para presenciar
el espectáculo más ensayado
ese que se rompa en aplausos
en el pálpito del cansacio
que nunca termina
desligado de la llamarada
propia de los otros,
los que quedan,
los ahora dueños,
mientras trato de quitarme
este sabor a leyenda
mientras tanteo el suelo
y soy de la tierra
el mejor adorno
en una bocanada
en vuelo a ras
que oscila en lo remanente.
quisiera merecer ser otra arista del universo,
no ser parte de la foto del firmamento
en todas partes y en ninguna
pataleo estereotipado
en la penumbra de lo invevitable
me escabullo algo mas
pero todo sobreviene de súbito
como la risa tras del chiste
en la cumbre del efecto
en la rotura de la sutura
de los sofismas de distracción,
taimado encasillamiento
al particular desván
al espectro inverosimil
que me gobierna
Dadme una razón aleatoria que mitige
el fin de la extrapolación
para no ser
masa desbordante en risa socarrona
con carácter de zafarrancho,
en asomos supérfluos de gloria
de complejidad irreductible
de autoconvencimiento vandálico
de la macro imperceptible
que se ejecuta en los sentidos
que ya se quedan neutros
parpadeando en la orilla
recrudecidos en los zurcos
de lo primitivo
en sucesivas escalas
que se desvanecen
en el horizonte ya evadido
pero que antes de partir
nos deja de regalo
su impronta mas profusa
tras un rocío errante
que se perfila
entre la muchedumbre
que se bajonea
en regresión ajena
que privilegia
el destino de otros
en diálogo sordo de salvedades
sin paliativos de codicia vital,
donde nadie nos grita desde el futuro.
Por fin podré, en agradecimiento,
abrazar la raíz de un árbol
ya sin verbo, desteñido tras insucesos,
mientras el universo les paladea
otro día.