la daga

poema de MANUDAZA

Y así sin más comienzo que esté de su boca salió una daga que atravezó todo mi pecho, no era filosa pero destrozo mi corazón entero, no era de hierro pero se llevababa todo a su tropiezo, una daga que acabó haciéndome pedazos, no era visible pero dolía más que mil cuchillos enteros clavados en mi piel haciendo agujeros, no era pesada pero si que logró tumbarme al suelo, una daga así sin más comienzo que este cuento, una daga de sus labios que una vez me juraron amor eterno, unas palabras que fueron mi juicio, mi final, mi lamento, una daga cuando pronunciaste que tu amor era ese que te esperaba cada noche en el mismo puerto.