El colapso llega…
Te encuentra a solas,
entre las náuseas y el desvelo.
Te vacía los ojos,
te deshidrata en mutismo e hiperventilación.
Es tiempo de elegir:
entregar tu vida o rescatar
los últimos segundos de tu reloj.
Es mentira que el amor salva
cuando el colapso estanca.
Nadie parece entender
la profundidad de la circunstancia.
La salvación es personal,
el infierno, opcional.
Deja ir.
Sálvate.
Nadie lo hará por ti.
Ni siquiera
quien te da la mano
para ser salvado.
Limpia tus mejillas,
desempaña las lentillas.
Elige el outfit, pon el despertador,
exagera en madrugar esta ocasión,
por si acaso el destino elige
que te falle el motor
o se infarte tu conductor.
Prepara la maleta,
lo indispensable:
perfume, espejo, identificación.
Es probable que colapses
a medio camino,
pero que, junto a tus restos, reconozcan:
al menos lo intentó.
Comentarios & Opiniones
Saludos. Su poema impacta con su crudeza, su determinación y su llamado a la supervivencia. Cada verso es un reflejo de la soledad en la lucha, del peso de las decisiones y del vértigo de existir. Desgarrador, directo, intenso y hermoso. Abrazos.