TEJADO ROJO

TEJADO ROJO

Me limpio las uñas sobre el tejado
a la luz de una luna preñada de lamentos
hay fuga de estrellas en busca de luceros.
Calle abajo
la farola guarda el cansancio
de la prostituta del domingo
sobre la acera
dos latas de cerveza
sobre la cara
ojos cansados de llorar.
Me vuelvo gata nocturna
aposentada sobre las tejas
escudriño mi entorno
buscando algo distinto
a la vida que he dejado
durmiendo en mi cama.
Llora un niño
jadean dos adultos
canturrean dos beodos
cargados de mal vino.
Sonríe un ángel caído dejándose besar
locamente por un poeta
incapaz de acabar esa oda
a la belleza de su amante
que canta mirando a un cielo vacío.
Se levanta la noche
duchándose en la aurora
dando un beso al amanecer que corre
algo tardío a su lugar de trabajo.
He lamido mi piel
viendo con indiferencia
el salto de un ratón que ignora
mi desinterés por el.
Me estiro como un felino
me levanto como una sombra
regresando a mi cuerpo
llena de noche robada
sobre las tejas de barro rojo.

Mabel Escribano
d.r.