PORQUE SOY RARA

PORQUE SOY RARA

Dejé de tener miedo...
a la virginidad,
a quedarme embarazada,
a los dolores menstruales,
a los vómitos en los embarazos,
a los partos en seco,
a que los niños no comieran,
no hablaran,
no anduvieran.
A la adolescencia,
a la juventud,
a que se fueran de casa.
Al desamor por ambas partes.
Al te amaré hasta que te separes,
y entonces te odiaré,
como no te ha odiado nadie.
Dejé los nervios de la menopausia,
los sudores,
engordar,
-que engordé lo tuyo, lo suyo y lo mío-
el dejar de ser fértil
-un alivio-.
Por el camino,
perdí la estúpida fé de,
creer en la honradez de algunas personas,
La dee distintos partidos que,
nunca habían estado en Carabanchel,
pero podrían haber residido allí perfectamente,
unos cuantos años.
Supe que yo era rara,
porque los otros eran más normales,
-eso me dijeron ellos y yo les creí-
Dejé que se pusieran las coronas de santos,
los laureles de perfectos y no dije nada,
cuando se disfrazaban con la ropa,
de sus respectivos cónyuges,
eso si, en privado,
no fuesen a enterarse los de misa de doce,
que eran algo estrechos.
Nunca temí a las arrugas,
cuando el espejo me las presentó muy dulcemente,
me alegré de haberlas conocido,
que una es bien nacida y como me enseñó mi madre,
con las arrugas hay que ser agradecida.
Ahora me miro y sonrío, porque,
a mi edad no es raro que se consigan,
sin mucho esfuerzo, alguna de éstas cosas.:
Tener alta la tensión;
el colesterol,
el azúcar,
y gozar de la mala compañía de:
la artrosis,
la artritis o la osteoporosis.
Pues ya veis, sigo siendo "rara",
en lugar de colesterol tengo amor,
la tensión se me sube cuando la miro,
el azúcar me lo sirve a besos,
y cuando gozo de su compañía bailo como nadie,
aquello que cantaba Juan Luis Guerra de la bilirrubina.

mabel escribano
d.r.
imagen: mía