MUTACIONES

MUTACIONES

Y rodaba como piedra,
sintiéndome piedra,
y no moría, porque las piedras no mueren,
se desintegran o las hacen polvo.
Yo era camino, en el recodo,
una patada cambio mi polvo por arena,
y así, fui mutando mi aspecto.
Muté en raíz de hierbajo,
mas tarde en zarza apreciada por mis moras,
luego me vi crecer,
tocar la ilusión del cielo,
pero no, quedé muy lejos.
Me cortaron para ser mesa,
testigo de cenas solitarias,
desayunos rápidos,
y besos fríos.
Envejecí y fui pasto de las llamas,
de un San Juan cualquiera.
De mis cenizas,
abono en una plaza verde,
y otra vez,
raíz de acacia,
arbusto sólido,
escondite de parejas.
Mas tarde me hizo caer,
el temporal de viento y lluvia,
el barro,
la maleza.
Una mezcla de todo,
donde el todo es la piedra.

mabel escribano
d.r.
imagen: eskil-olsen