LLORANDO ROCÍOS
poema de mabel escribano

LLORANDO ROCÍOS
Inevitablemente, día tras día
la mañana duerme
en brazos de un amanecer
desconocido.
Más tarde el sol la despierta
besándola mil veces
un rayo de luz tras otro.
Mientras,
el amanecer entristecido y despechado
llora rocíos, escondido entre las flores.
mabel escribano ©
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