LA SOLEDAD DE LOS VIVOS

LA SOLEDAD DE LOS VIVOS

¡Cómo duelen las sombras,
de aquella mirada que se olvida!
En cuclillas abrazada a mis rodillas,
ajena al día acabado de bruñir,
trato de ubicar su mirada en la mía,
y no la encuentro.
El tiempo borra con escobas neuronales
la memoria, pese a escarbar en el baul del recuerdo,
no doy con ella.
La fotografía ha perdido el color de su mirada,
la escalera del tiempo ha roto las baldosas,
quiero subir a verla,
a que me vea y no puedo.
¡Que solos quedamos los vivos,
cuando no logramos recordar a los muertos!

mabel escribano
d.r.
imagen: Sadwoman