IGNOMINIA

IGNOMINIA
Una sabe que la vida es eso,
mirar,
fascinarse,
amar,
tal vez permanecer.
Mayoritariamente,
que nos olviden y olvidar.
Otras no basta con hacerlo,
desgarrándose por dentro,
revolviéndose,
animal herido de muerte anímica.
Sabemos que el dolor no ha de llegar,
más allá de la comprensión,
del por qué,
y buscamos la razón,
lo incompresible del zarzal que,
en el abrazo nos hiere.
Y hay grito,
llanto desesperado,
la cara es un rictus irreconocible,
y miramos sin ver,
hablamos sin escucharnos,
somos un instrumento más,
de una orquesta desafinada y loca.
La puerta está abierta,
la batuta sobre el atril,
y nadie entra a calmarnos,
nadie tiene la potestad de ordenar los gemidos,
en un escenario,
lleno de motivos dulces y ácidos.
Una batalla de epítetos,
bocas/ fusiles disparando adjetivos,
descalificando aquello que fue hermoso.
Cristos condenados,
sin ladrones reconocidos,
pero todos en la cruz de la ignominia.
Mabel Escribano
d.r.
imagen: google