BRUMA

BRUMA

Me llora la bruma de esta mañana,
silencios escondidos en grises,
un rumor de mares abandonados,
y dos gaviotas perdidas entre las tejas rojas.
La estela de un avión corta el cielo,
un trozo de azul emerge roto,
reflejo de un suelo pintado de lodo.
El cigarrillo ahogado,
flotando sobre un charco,
a lo lejos, los restos de un paraguas,
respirando por el mango negro,
con las varillas emergiendo de la papelera,
casi cadáver, casi cuerpo presente,
en ausencia de la mano que lo abandonó.
Y mi pelo mojado,
y mis pies húmedos,
y mi boca seca,
y mi silencio dando gritos,
adentro, hacia dentro.
y en el aire de una silueta tras las nubes,
el sueño despertando a golpes de bostezo.
Me llora la vida en seco,
en pecado concebida,
en quien y qué quise ser y ahora no es tiempo.
La bruma sigue cubriéndome,
desde el sexo a mis pechos de mujer,
en el ocaso de un amanecer que se hace día.

mabel escribano
d.r.
Imagen: google