Arrinconados

Y para que un tridente y una corona vacía,
lo que quiero existió
estuvo en mis brazos y sufrió de amor
besé sus labios y lloró de dolor.

la mente que se abrió frente a mi
nunca conoció el oriundo de mi corazón,
no hace falta que me diga
que es el vino fino de una noche de versos
melancolías que recuerdan existencias,
para qué?

Es la luna llena la que adorna tu castillo
locura oculta de tus actos
danzarina seductora de pensamientos dormidos
y es también el bodrio que quisieras
nunca tuviera que desperdiciarse en tu vereda.

Y ahora claro, habrá que dejar de ver caer las existencias solitarias
que nunca encuentran refugio escogido que las reciba
y que llueva, que lleva en las esquinas de ese pequeño mundo cenizo.

Siempre recuerdan que esta historia
ajena susurro aquella noche en el caldero de la tierra,
extendiendo la factura a alguien que dio en vez de pedir,
que por querer bien hizo mal, y qué más?
se burlaba de su existencia aplastando mis sonrisas
y matando sus suspiros, la potencia de mi vida.

Corre libre cielito
que hay lagrimas de tiza que se borran
tan fácilmente!
pero porque mi amor, no?

Si tan solo es necesario respirar para olvidar

Porque hay destructores de fantasías sin sentido
que siempre oirán esto del misterio de un amor
que no muere y nunca será compartido.

En ese lugar existen los ágapes invertidos,
inviernos, que ahora abrazan con garras el despuntar del día,
lo que ahora me recuerda que a donde voy
nunca existieron los caminos.
Si tan solo supieran...