La historia de un cuento contradictorio

En el espacio, en un planeta no tan distante,
vemos el mundo girar despacio, en silencio constante.
Es una noche mas de las que sueño,
una vida mas que hurto,
el principio del final de mis lamentos,
una historia, que jamás será un cuento,
porque el final de esta historia es triste,
tan triste, como amargos estos versos.

Y te veo en cualquier lado, en cada paso obligado,
que voy dando para seguir el curso de la vida.
Ay, si pudiera detener el tiempo lo haría,
para que se me pase la vida, mirándote en silencio.

Y nadie me pregunta porqué te quiero.
Porque todos leen el guión que les entrego.
La película es "Mi Corazón andariego"
y se desarrolla, en los mares de lamentos.
porque nunca te encuentro, querida;
ni en la tierra ni en el cielo,
aunque jamás salí del suelo,
a pesar de que sé volar.

Y me lastima que me ames y me odies,
que me hables y me calles, música de acordeones.
Vamos a cantarle al silencio,
a darle un minuto, a otro amor que ha muerto.

Pero todo es tan perfecto.
Me miras, me amas, me abrazas y te beso.
Y se vacía el mar de los lamentos,
se evapora hasta sal con tus besos.

Pero nada es tan perfecto.
Recuerda que no es un cuento,
es una historia, son versos,
que solo tengo en mi memoria,
para no olvidar que siento,
cada vez menos amor por el tiempo,
que jamás avanza. Perverso.
Ya déjame respirar.
Déjame morir ahogado,
en la fosa mas profunda, de las aguas que he llorado.

Amor, en la mañana, siempre busco tu consejo.
Empezar el día con palabras de aliento.
Si un suspiro tuyo, alcanza para eso,
pero solo escucho el silencio.

Dicen, que el amor que mas dura,
es el no correspondido.
Que clase de idiota masoquista,
que clase de iluso alquimista,
comprende lo que digo?

El amor es la fuerza mas poderosa,
y no nos vuelve idiotas,
si no niños niños sin prestigio.

Era feliz cuando niño...
y sin importar los castigos merecidos;
volvería a esos días de anhelo,
pero no para tener mis juegos,
no para ver el mismo cielo con el que crecí,
si no para conocerte de nuevo,
y quedarme babeando el suelo,
como la primera vez que te vi.
Historia de un cuento.