Rey Emérito

Rey Emérito,
Príncipe del Caudillo,
Que durante cuarenta
Años paso a España por el rodillo,
Rey de España,
a la cual,
al final nos dimos cuenta
Que le diste mucha caña,
Rey campechano,
Y por ente Rey mundano,
El empresariado Mallorquín,
Te regalo un barco,
De nombre Bribón,
Que marcó tu destino,
Pues rima con Borbón,
Fue un acierto por su parte,
Con mucho tino,
Pues ya tiene arte
ese nombre,
tan fino,
nombre que en verdad
Pareció puesto por un adivino,
Rey que escondes Fortunas,
venidas de las lejanas Dunas,
Fortunas de Oriente,
Distraídas en bancos de Occidente,
Ahora en la lejanía se te ve triste,
Sufriendo la tiranía,
Del periodista indecente,
Que escribe de tus más
oscuros secretos fervientemente,
Un día,
no muy lejano,
Volverás al lado de tu hermano,
Y los juglares modernos,
Dirán de ti bondades,
En todos los lugares,
Te recordará la historia
Como ese Rey campechano
Amable y afable,
Y esa historia oscura,
que hoy se te esta juzgado
De forma muy dura,
Quedara tapada,
Y para tu tan campechana posteridad
bien oculta y olvidada.