¡Dos rosas para ti!

En una tarde brumosa
con mi mascota a mi lado,
en mi porche estaba sentado
recordando algunas cosas.

Llegó un amigo y su esposa
y me invitó a la montaña,
donde tiene una cabaña
con una vista preciosa

Es una región hermosa
su cultivo es solo flores
y sus radiantes colores
te induce al verso y la prosa.

Mi mascota a mis pies goza
saltando de lado a lado
yo tenso y anonadado
ante un sembradío de rosas.

Por el andar me he cansado
y en un arbusto me apoyo,
siento el bajar de un arrollo
que es la fuente del poblado.

La lluvia que se ha iniciado
me vuelve a la realidad,
estoy aquí en la ciudad
con mi mascota a mi lado.

Fue un sueño lo que he narrado
suelen pasar estas cosas
pero son reales dos rosas
que para ti había cortado.

Luís Varela Luzardo