Tragedia de fin de año (microrrelato)

Deberían ser eso de las 18:00 hs;
don Pereira toco el timbre varias veces,
nadie lo atendió;
espero un rato, entonces decidió entrar;
los perros estaban sueltos como de costumbre,
lo festejaron al entrar;
golpeó la puerta de enfrente,
nadie lo atendió,
entonces dio vuelta por el fondo,
la puerta trasera tan bien cerrada.

Hacía ya un buen tiempo
que no veía a su vecino y amigo,
estará viajando, pensaba;
fue ahí que miro por la banderola de la cocina que
estaba entreabierta y vio aquella horrenda escena,
Mario su vecino y amigo de infancia yacia colgado de un cable atado al ventilador de techo de la sala de
estar.
Que trágico y que triste fue para Pereira aquel
hallazgo. Pero más triste aún fueron las circunstancias que
llevaron su amigo al suicidio.
A los setenta años, sólo, recientemente separado de su segunda esposa, enfermo y en la miseria;
Mario que había estado veinte y cinco años lejos de
sus hijas, ahora había empezado a recibir la visita de estas;
Maria y Sofia se habían arrimado a el en su vejez,
más no para tenderle una mano o cercarlo de cariño
sino que como él contaba con una pequeña jubilación,
lo indujeron a pedir un préstamo, que al fin ellas no
pagaron, y nuevamente después de lograr su objetivo de el se
alejaron,
y nuevamente d el se retiraron,
no contestaban sus llamadas, no respondían, no lo visitaban más, se esfumaron.
Viejo, pobre, enfermo y sumido en el alcohol,
el viejo corazón de Mario no aguanto tanto desprecio y
decidió dar fin a su propia vida ahorcandose en el
techo de su casa.
Fue encontrado por don Pereira,
dos días después, su cuerpo mórbido ya estaba
hinchado encerrado en casa a temperaturas macximas de
treinta y dos, treinta y tres grados celsius, como
suele hacer en esta época del año en nuestro país.

(Narración de hecho real ocurrido en alguna ciudad de
Uruguay en estos días)
(27/12/2017)