Ave

poema de Demetrio

Hay un ave acostada
al frente de mi habitación.
No come, no vuela, no canta.
Como muerta, como mi inmóvil ser ella está.

Hay un ave solitaria
espejo de mí al despertar
de ojillos muy negros, centinelas.
Como esperando llenarse de luz, como guerreros a algún animal.

Hay un ave en su árbol.
Tórtola suave, liviana y vulnerable.
¿Qué hace ella escondiéndose del suelo, quedando a mitad del cielo?

Avecilla tan gris.
Nutrida de paciencia, de vientre de horizontes y ovoides conciertos del mañana.

Hay un ave en su nido
quieta alma de sacrificio
tibia de tanta esperanza.