Jardín conmemorativo

poema de Un Poeta Más

Un gran abismo nos separa, ahora, te marchas y me dejas en tierras desoladas, sólo con relatos de quién fuiste alguna vez. no me pidas que no me invada la tristeza, mientras guardo luto sobre túmulos impregnados de quejidos y lágrimas. he sido testigo de ver cómo se ahogaba tu fuego, cómo el calor de la vida se te escapaba sin retorno y a lo lejos, divisabas aquél faro alumbrado tu senda. ¿cual fuere el crímen tan grande como para llevar ésta condena sobre los hombros? llevarte ahí, soñando y saber qué debo dejarte ir. qué palabras tan desgarradoras las de un epitafio que declama: ¡aquí ya hace uno de los amantes!