A quien corresponda

A quien corresponda
Te encuentro intangible en mis sueños, como un recuerdo borroso o como un deseo imposible.
El viento frío de la noche que se acerca acentúa la gélida soledad que me acompaña desde la última vez que te vi, desde la primera vez que te invité a un café. El dolor moral que siento es tan real como lo es tu ausencia y aunque el tiempo me ayudará a olvidar los sucesos menos importantes tuyos, tardará tanto para que se borre de mi alma la huella que imprimiste con tus besos.
Se que con el transcurrir de los años no seremos más que dos completos desconocidos, sin embargo, estoy seguro que al verte de nuevo sentiré nostalgia y hasta odio hacia mi mismo por haberte dejado partir, por no haber luchado por ti. Pero ¿Cómo podía pelear por ti si tu amor hacia mi nunca fue? Nunca me amaste; así que dejé que el océano te ocultara de mis ojos, pero no te imaginas cuánto dolor sentí, cuánta soledad dejaste en mi mundo en el que tú eras mi complemento.
He recorrido tantos caminos lejos de ti y entre más lejos me encuentro, en noches tranquilas vienen a mi mente muchas lindas imágenes tuyas, de cuando sonreías, de cuando mis manos sostenían las tuyas, de cuando … y mi corazón se comprime en mi pecho sofocando la tristeza que me causa tu ausencia, tu lejanía, tu indiferencia, tu odio.
Me hubiese gustado ser recordado como lo que realmente fui y no como la creación infame que algunas personas crearon para ti con mentiras malintencionadas.