El negro

poema de helempardo

EL NEGRO

En el continente negro,

en negra tribu habitaba,

con mis negros pensamientos,

dentro de mi negra cara.

Siendo yo negro pequeño,

mi abuelo negro narraba,

viejas historias de piratas,

que a las costas arribaban.

Negras banderas ondeaban,

en la carabela anclada,

dentro la negra bahía,

que las rocas custodiaban.

Pronto vieron descender,

de una escala que colgaba,

negras botas, negras capas,

negros garfios y negra entraña.

Los corsarios saqueaban ,

todo lo que se encontraban,

y se llevaban de esclavos,

a aquellos que no mataban.

Negras sus cuatro pistolas,

negro, negro, su sudor,

negras son sus intenciones,

negro cielo, negro horror.

A partir de aquella fecha,

Negra mi aldea quedó,

negro fuego, negro humo,

nueva enfermedad broto.

De un filibustero negro,

me contaron que contaba,

que venía de una tierra,

donde lo negro no odiaban.

Negra hambre, hambre negra,

por la montaña bajaba,

desbastando negros campos,

desgarrando nuestra fauna.

Negro color de la muerte,

negro color del dolor,

negro de las noches negras,

negro de mi corazón.

Harto de tanta negrura,

eché la casa a la espalda,

y bordeando caminos

la negra patria dejaba.

Cruce la frontera negra,

un negro país pisaba,

y una negra policía,

mi cuerpo negro encerraba.

Por negra ley sentenciaba,

un blanco juez que allí estaba,

toga negra, barba negra,

con negro verbo el hablaba.

Con un lamento muy negro,

el buen negro se quejaba,

de las negras injusticias,

que en el barracón pasaban.

Negro el futuro del negro,

negra toda su esperanza,

negro el blanco que margina,

el orgullo de una raza.

Con una sotana negra,

risa negra, entrecortada,

un hombre quiere explicar,

lo que yo no me explicaba.

Un dios negro, negro, negro,

cosas negras predicaba,

y una lagrima muy negra,

por el rostro resbalaba.

De la negra cárcel negra,

me fugué o me desterraban,

después de sufrir torturas,

vejaciones y malaria.

Trabajé por el sustento,

me sustentaba con nada,

en negra calle vivía,

con negro hedor me acostaba.

Negros nubarrones, negros,

negro retumba el tambor,

negro el tan tan de mi pueblo

negra el alma del patrón.

Con la negra borrachera,

negra nostalgia arribó,

y hasta la droga mas negra,

mi negra sangre probó.

Entonces la vieja sombra,

negra limosna imploró,

y la sucia mano negra,

negras injurias cobró.

En el pozo del olvido,

el pobre cayó,

paciente espera la muerte,

en su lecho de terror.

Ante tan negra tardanza,

nuestro negro se mató,

que no lo lamente nadie,

que su lucha ya acabo.

Comentarios & Opiniones

Joelfortunato

Saludos y felicitaciones. Obra interesante, de especial colorido en su variación simbólica, con un agradable ritmo y un especial mensaje. Es un gusto leerlo. Reciba usted mi respeto y amistad.

Critica: 
María Cruz Pérez Moreno -acnamalas-

Extenso e interesantes versos de mucha negrura, grata lectura. Saludos y buen descanso.

Critica: 
Lorena Rioseco Palacios

Letras de profundo simbolismo y reflexión, felicitaciones querido Poeta helempardo, un placer leerte, estrellas miles y un cariñoso abrazo!

Critica: